La Alameda no solo fue el edificio más importante del país durante más de un siglo, merced de su estatus como centro de poder político del Reino, sino también por la continua presencia de quienes hicieron de él su hogar. Reinas y príncipes consortes, príncipes herederos y grandes duques, todos fueron parte oficial de la historia del Palacio; sin embargo, también existieron otros personajes que tomaron parte importante en el desarrollo de su historia, como las amantes reales, la nobleza que conformaba la Corte de Sus Majestades, e incluso los pintores de cámara que convirtieron al edificio en una verdadera galería de arte.